Las probabilidades de choque son mínimas, tres entre 100.000, aunque hacen falta muchas más observaciones para saber la auténtica trayectoria de la roca
Astrónomos ucranianos han descubierto un gran asteroide de aproximadamente 400 metros de ancho, más o menos como tres campos de fútbol, que podría chocar con la Tierra en 2032.
Aunque las posibilidades de impacto son mínimas (tres entre 100.000, de
acuerdo con las estimaciones actuales del programa NEO-DyS patrocinado
por la Agencia Espacial Europea, ESA), hacen falta realizar muchas más
observaciones para conocer la auténtica trayectoria de esta nueva piedra
espacial.
La roca, denominada 2013 TV135,
fue localizada la semana pasada por el Observatorio Astrofísico de
Crimea en el sur de Ucrania, según astrónomos del Centro de Planetas
Menores, un organismo del Observatorio Astrofísico Smithsonian (SAO) en
EE.UU., dedicado a seguir la trayectoria de este tipo de objetos
celestes.
El asteroide ha sido clasificado como potencialmente peligroso por
el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, una etiqueta
oficial dada a los cuerpos que se acercan a 7,5 millones de kilómetros
de la órbita de la Tierra. Sus dimensiones son de unos 400 metros de
ancho, aunque todavía no hay datos de rádar fiables, por lo que podrían
variar algo cuando se consigan observaciones más precisas. El que cayó en los Urales, cerca de la ciudad de Chelyabinsk, el pasado mes de febrero tenía unos 20 metros de diámetro. El nuevo sería unas 20 veces mayor.
Una devastación regional
Los astrónomos estiman que existen tres posibilidades entre
100.000 de que el nuevo asteroide choque contra nuestro planeta el 26
de agosto 2032, un cálculo que todavía está en el aire, ya que de
responde a las escasas estimaciones disponibles (por
el momento, 29 observaciones ópticas), que cambiarán con el tiempo. Los
astrónomos serán capaces de evaluar mejor el riesgo de impacto del
asteroide -e incluso determinar el posible lugar del encontronazo en la
Tierra- en 2028, según explicó Timur Kryachko, del Observatorio
Astrofísico de Crimea, a la agencia RIA Novosti.
«Dado su período orbital de 3,85 años queda antes por
delante una tarea de seguimiento en los próximos años. Para predecir la
magnitud de sus aproximaciones en 2028 y 2032, habrá que tener en cuenta
su deriva orbital causada por efectos no gravitatorios», explica el
investigador Josep María Trigo, del Grupo de Meteoritos y Cuerpos menores del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC).
La colisión de una roca de ese tamaño crearía una explosión equivalente a 0.07 Mtones y unas 5 bombas de Hiroshima. «Dependiendo
de cómo se desintegre en su colisión con la atmósfera, podría causar
una devastación local o regional. Una auténtica catásfrofe», afirma
Trigo.
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