Vistas de página en total

viernes, 30 de marzo de 2012

El superguante de la NASA que da fuerza

El guante es capaz de incrementar nuestra fuerza de agarre y reduce el esfuezo necesario para sostener, por ejemplo, una herramienta pesada


Pulse para ver el video
No es la primera vez que la NASA y General Motors se cruzan. Algunos lectores probablemente recuerden al Robonaut 2, que buscará reemplazar a astronautas de carne y hueso en misiones de alto riesgo. Ahora, su nuevo proyecto en común se llama K-Glove, un guante capaz de incrementar nuestra fuerza de agarre, reduciendo la cantidad de esfuerzo necesario y prolongando el tiempo por el que podemos sostener una herramienta pesada.
El súper guante de la NASA que da fuerza
El K-Glove
¿Cuántas veces se te ha escapado una herramienta de las manos? Sea por el sudor, por hacer (mal) demasiada fuerza, o por estar en una posición algo extraña (doblado, torcido, bajo un fregadero...), nunca falta la ocasión de que las manos nos traicionan más allá de nuestro esfuerzo. Algunas herramientas son particularmente pesadas, mientras que otras son difíciles de sostener por su diseño. Se ha hablado mucho sobre una asistencia tecnológica para ganar mayor fuerza en nuestras manos o lidiar con objetos más pesados (un ejemplo son los exoesqueletos), pero esta solución presentada por NASA y General Motors es, a falta de otro calificativo, excelente.
Se trata del K-Glove, un guante robótico cuyos orígenes pueden rastrearse al robot Roboanut 2. Una combinación de sensores de presión, tendones sintéticos y actuadores le permiten al usuario del K-Glove sostener un objeto realizando un esfuerzo más bajo de lo normal. A modo de comparación, con el K-Glove un trabajador necesitaría de unos cuatro kilogramos y medio de fuerza para sostener un objeto, cuando en realidad requeriría de unos nueve kilogramos de fuerza si trabajara con la mano desnuda. Al mismo tiempo, los sensores integrados al K-Glove permiten determinar la fuerza de agarre, de forma tal que pueden llevarse a cabo tareas más delicadas.
De más está decirlo, las aplicaciones del K-Glove son muy amplias, pero en la NASA valoran la forma de implementar el K-Glove en los trajes espaciales. Obviamente, están lidiando con un prototipo, y será necesario estudiar y refinar la tecnología antes de que pueda ser utilizada en combinación con un sistema de protección tan crítico. Actualmente, el prototipo tiene un peso aproximado de un kilogramo (sin contar el paquete de baterías de iones de litio), pero se espera miniaturizar el diseño para hacerlo todavía más cómodo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario